miércoles, octubre 21, 2009

CONSUMO

Consumo (del latín: cosumere que significa gastar o destruir) es la acción y efecto de consumir o gastar, bien sean productos alimenticios y otros géneros de vida efímera, bien energía, entendiendo por consumir como el hecho de destruir, utilizar comestibles u otros bienes para satisfacer necesidades, deseos ,gastar energía o un producto energético.


En términos puramente económicos se entiende por consumo la etapa final del proceso económico, especialmente del productivo, definida como el momento en que un bien o servicio produce alguna utilidad al sujeto consumidor. En este sentido hay bienes y servicios que directamente se destruyen en el acto del consumo, mientras que con otros lo que sucede es que su consumo consiste en su transformación en otro tipo de bienes o servicios diferentes.

El consumo, por tanto, comprende las adquisiciones de bienes y servicios por parte de cualquier sujeto económico (tanto el sector privado como las administraciones públicas). Significa satisfacer las necesidades presentes o futuras y se le considera el último proceso económico. Constituye una actividad de tipo circular en tanto en cuanto que el hombre produce para poder consumir y a su vez el consumo genera producción.

Para el antropólogo García-Canclini el consumo es «el conjunto de procesos socioculturales en los que se realizan la apropiación y los usos de los productos»

El concepto de consumo en macroeconomía

El concepto consumo también se emplea en macroeconomía ya que interviene en el cálculo del Producto Nacional Bruto (PNB). Para ello se tiene en cuenta:

• Consumo privado. Valor de todas las compras de bienes y servicios realizados por las unidades familiares, las empresas privadas y las instituciones privadas sin ánimo de lucro. Se incluye en su cálculo las remuneraciones en especie recibidas por los asalariados, la producción de bienes para autoconsumo y el valor imputado por las viviendas ocupadas por sus propietarios. Se excluyen las compras de tierra y edificios para viviendas.

• Consumo público: Valor de todas las compras y gastos que realizan las administraciones públicas en el desempeño de sus funciones y objetivos.

Determinantes del consumo

Los estudios económicos muestran que la renta es el principal determinante del consumo y del ahorro. Los ricos ahorran más que los pobres, tanto en términos absolutos como en términos porcentuales. Las personas muy pobres no pueden ahorrar nada; más bien, si tienen alguna riqueza o pueden pedir préstamos, tienden a desahorrar. Es decir, tienden a gastar más de lo que ganan, reduciendo así el ahorro acumulado o endeudándose más. Esta es básicamente la teoría expuesta por Keynes

Profundizando en esta influencia se pueden analizar las principales fuerzas que afectan al gasto de los consumidores. Los factores de la vida y la subsistencia de un país que determinan el ritmo de su gasto de consumo.

Renta absoluta

1. La renta disponible de cada año. El postulado básico de esta teoría de la renta absoluta es que el consumidor individual determina qué parte de su renta actual va destinar al consumo basándose en el nivel absoluto de esa renta. A igualdad de otros factores, un aumento de la renta absoluta conducirá a una disminución de la proporción de renta dedicada al consumo.

Estadísticamente se ha comprobado que la renta y el consumo son variables que avanzan conjuntamente. A título de ejemplo si se observa lo ocurrido en Estados Unidos a lo largo del periodo posterior a la crisis de 1929 hasta el siglo XXI muestra en qué grado ha seguido el consumo a la renta anual disponible. La única etapa en la que la renta y el consumo no variaron al unísono fue durante la Segunda Guerra Mundial, en la que escasearon y se racionaron los bienes y se instó a los ciudadanos a ahorrar para contribuir al esfuerzo bélico. Tanto la observación como los estudios estadísticos muestran que el nivel de renta disponible anual es el factor más importante que determina el consumo de un país.

Renta permanente y el modelo del consumo basado en el ciclo vital

La teoría más sencilla del consumo sólo utiliza la renta de cada año para predecir los gastos de consumo. Algunos autores han mostrado que los individuos basan su gasto de consumo de un año tanto en las tendencias de la renta a largo plazo como en la renta disponible de ese año.

Mencionemos algunos ejemplos. Si una familia sufre una pérdida inesperada en la renta a causa por ejemplo, del cierre de una fábrica o de un incendio, este elemento se considera como una renta transitoria negativa y reduce su renta normal por debajo de su renta permanente. Es de esperar que las adiciones o sustracciones inesperadas de renta se compensen a lo largo del periodo relevante para la renta permanente. Como los estudiantes de medicina tienen razones para pensar que percibirán unos elevados ingresos profesionales en el futuro, desahorran pidiendo préstamos para consumir mientras son jóvenes. En estas circunstancias, los consumidores adoptan una visión a largo plazo y se preguntan: «¿es la renta de este año temporalmente alta o baja? Dada mi renta actual y futura, ¿qué nivel de consumo puedo mantener durante varios años sin endeudarme excesivamente?»

La evidencia indica que los consumidores suelen elegir sus niveles de consumo con la vista puesta en las perspectivas tanto de la renta que tienen en cada momento como de la renta a largo plazo. Para comprender que el consumo depende de las tendencias de la renta a largo plazo, los economistas han desarrollado la teoría de la renta permanente y la hipótesis del ciclo vital:

• La renta permanente es el nivel de renta que percibiría una economía doméstica cuando se eliminan las influencias temporales o transitorias, como la climatología, un breve ciclo económico o unos beneficios o pérdidas extraordinarios. Según la teoría de la renta permanente, el consumo responde principalmente a la renta permanente. Este enfoque implica que los consumidores no responden de la misma manera a todas las perturbaciones de la renta. Si una variación de la renta parece permanente (por ejemplo, en el caso de un ascenso a un puesto de trabajo seguro y bien remunerado), los consumidores tienden a consumir una gran parte del aumento de la renta. En cambio, si la variación es claramente transitoria (por ejemplo, si se debe a una prima salarial percibida una sola vez o a una buena cosecha), es posible que se ahorre una parte significativa de dicha variación.

• La hipótesis del ciclo vital supone que los individuos ahorran para uniformar la cantidad de consumo a lo largo de toda su vida. Un importante objetivo es tener una renta suficiente para la jubilación. De ahí que tiendan a ahorrar mientras trabajan con el fin de tener una determinada cantidad de dinero acumulado para la jubilación y gastarlos entonces en esos años. Esta hipótesis implica que un programa como la Seguridad Social, que ofrece una generosa renta complementaria para la jubilación, reduce el ahorro de los trabajadores de edades intermedias, ya que no necesitan ahorrar tanto para la jubilación.

• La riqueza y otras influencias. Otro importante determinante de la cantidad de consumo es la riqueza. Consideremos el caso de dos consumidores, que ganan ambos 25.000€ al año. Uno tiene 100.000€ en el banco, mientras que el otro no tiene ningún ahorro acumulado. El primero puede consumir parte de su riqueza, mientras que el segundo no tiene riqueza alguna a la que recurrir. El hecho de que la mayor riqueza provoque un mayor consumo se denomina efecto riqueza.

Normalmente, la riqueza no varía rápidamente de un año a otro, por lo que el efecto-riqueza raras veces provoca grandes variaciones en el consumo. Sin embargo, de cuando en cuando hay excepciones. Cuando las bolsas de valores cayeron después de 1929, se vinieron abajo las fortunas y los grandes accionistas se empobrecieron de la noche a la mañana. Muchos ricos se vieron obligados a reducir su consumo. Del mismo modo, cuando se dispararon las cotizaciones de la bolsa a mediados de los años ochenta y se triplicó la riqueza de muchas personas después de 1982, probablemente el consumo se vio fomentado por la afluencia de riqueza que percibió la gente.

En España también tenemos un ejemplo del efecto riqueza causado por el incremento de los precios de los inmuebles en los primeros años del siglo XXI que junto a otros factores ha creado un auge del consumo, especialmente de determinados bienes.

Renta relativa

Esta teoría establece que la parte de la renta de una familia dedicada al consumo depende del nivel de su renta relativa frente a la renta de las familias vecinas o de otras familias con las que aquella se identifica y no del nivel absoluto de la renta de la familia. Esta teoría desarrollada por Duesenberry trata de recalcar el carácter imitativo o emulativo del consumo.

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